"En algún momento empecé con un malestar en el estómago, latidos fuertes en el corazón, dolor de cabeza. Posteriormente acudí a los médicos: primero acudí a un cardiólogo, luego a un neurólogo después a un psiquiatra, un gastroenterólogo y finalmente a un dermatólogo, todos ellos luego de realizar sus respectivas pruebas concluían en lo mismo, todo estaba bien y no tenía nada. Pero me seguía sintiendo mal.
Tengo un amigo de nacionalidad Alemana, Klaus Mucke, él con frecuencia viaja a su país entonces le pregunté por alguna clínica de enfermedades alérgicas, fue lo único que se me acorrió al ver que los médicos no encontraron nada físico pensé que era alérgico. Paralelamente a esta alergia, se me quitaba el sueño, no podía dormir, muchas veces me despertaba en la madrugada y hacía esfuerzos para volver a dormir.
La idea de viajar a Alemania buscando ayuda quedó descartada, pues me comentó que la medicina allá es demasiado cara. Al ver mi angustia me preguntó sobre mi mal y se lo comenté. Luego me habló sobre una compatriota la Sra. Aleta Macan y su esposo el Dr. Abel Hernández. Días después me comuniqué con ellos y me invitaron a sus reuniones de sanación en ese entonces realizadas en el Club Grau de Piura. Asistí a las 6pm. como lo indicaron al llegar me encontré con una multitud de gente que llevaban pirámides de cobre junto con unos elementos los cuales los quemaban dentro de ella. Primero todo me parecía raro; tanto el Dr. como su esposa tenían una apariencia extraña un tanto oriental.
Posteriormente la explicación del fuego y la ceniza de Agnihotra la cual se ingería o se untaba según la necesidad. Regresé a casa un tanto escéptico sin embargo regresé al día
siguiente, pero al tercer día que regresé de la Terapia Homa me acosté y me quedé dormido toda la noche, aún no lo relacionaba con aquellas reuniones de sanación. Pasaron los días y seguí asistiendo y al regresar a casa quedaba profundamente dormido entonces lo relacioné con la Terapia Homa. Empecé a ingerir la ceniza, compré la pirámide y un
Yantram. Por la mañana realizaba el fuego Agnihotra en mi casa y por la tarde asistía a las reuniones del Dr. Abel. Desde esa vez continué durmiendo, me volvió a salir pelo en las partes que lo había perdido, no tenía palpitaciones, pasó la angustia, se regularizó el funcionamiento del estómago, todos los males mencionados anteriormente desaparecieron al ingerir la ceniza de Agnihotra. Todo me parecía asombroso y me felicito por haber asistido a las reuniones el Fuego Sanador de la Terapia Homa.
Después he visto sanar a mucha gente una de ellas ha sido la Sra. Rosa Gonza Carrasco la cual padecía de acidez estomacal. Su mal cesó con dosis de ceniza de Agnihotra.
Por otro lado su esposo el Sr. Víctor More Albines, sufrió un accidente al caer de un árbol,
esto le ocasionó la fractura de un disco de la columna y andaba impedido físicamente. También tenía otras dificultades: la orina turbia, defecación muy irregular. Al ingerir la ceniza de Agnihotra estas males desaparecieron. Esto confirma una vez más que los que hacemos y practicamos la Terapia
Homa no nos equivocamos.
Muchas gracias a la Terapia Homa."