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LIMA
PERÚ
Problemas:
- Presión Alta
- Nervios y Rabia
- Dolores en la cicatriz
- Dolor en la axila
- Depresión
Despectivamente ha visto la realización de los fuegos y tomó la ceniza por la mañana. Mi hermano es hipertenso y sufre de presión alta. Lo han internado tres veces en el hospital por su presión de 18-12 y la última vez casi se muere. En esa oportunidad tuvieron que aplicarle Diasepán en ampolla para bajar la presión. El es nervioso, muy emotivo y rápidamente se le
sube la presión.
El caso es que ese día también se asustó por su presión. El tiene un aparato electrónico con que se mide la presión. Después de que tomó la ceniza de Agnihotra , esto le llamó al baño y comenzó a sobarse el estómago y lo que le extrañó es que su presión comenzó a bajar - sintió que se le iba el alma.
Cogió el aparato y midió la presión 11-8. El nunca ha tenido esa presión, estuvo así hasta 1 pm y luego le sobrevino una paz. Se mejoró. En eso llegaron sus trabajadores con un informe que un trabajo estaba mal hecho. Ellos saben por norma que cuando un trabajador realiza un mal trabajo lo despide. Era la tercera vez que el trabajador incurría en lo mismo. Este cuando fue presentado el trabajador se puso a llorar, dice tener a cargo una familia y le pedía a mi hermano otra oportunidad de trabajo. A esto mi hermano le dice: Te estoy dando una tercera oportunidad ponte a trabajar. Mi hermano se mostró tranquilo y después de esto fue a reunirse con su esposa; ella siempre le prepara huevos duros y sucedió que uno de ellos no había sancochado bien, solo estaba pasado por agua y al aplastarlo se manchó toda la camisa. La esposa lo miró asustado y pensó ahora va a tirar todo de la mesa como siempre, pero no sucedió eso, al contrario; el puso el resto en la mesa y se sonrió y el dice "a ver si me preparas una camisa". Por la tarde llegó mi hermano nuevamente para realizar el fuego de Agnihotra, trajo un trabajador de confianza y nos contó que por sus dolencias el iba a continuar viniendo a los fuegos.
Nosotros en Tarma, Jirón Periné 290, tenemos una casa en donde vive mi padre con mi madre. Últimamente mi padre ha estado realizando trabajos en la casa, ha comenzado a arreglar los cimientos porque hay mucha humedad. El es solo un anciano que hace dos meses fue operado de la hernia y últimamente ha comenzado a quejarse de dolores en la cicatriz, ha tenido cólicos por espacio de una semana, no se ha sentido bien y ha estado tomando pastillas. Me acordé de mi Yantram (medalla de cobre cargado con energías sanadores y con diseño especifico) y se lo puso en la herida y me dice que sintió un calor alrededor. Después cuando pensé que ya había jalado el dolor se lo quité. Nada de esto le conté a mi esposa. Por la noche pasé a despedirme de mi padre y el me dice: hijo me podrás vender tu medalla y me preguntó cuanto me había costado. Yo le respondí que voy a buscar uno para ti. El me dice: yo te quiero decir que los cólicos han desaparecido toda la mañana me he sentido muy bien, ya no siento dolor. En ese momento recién le conté a mi esposa lo ocurrido y al mirar mi Yantram me di cuenta que estaba negro, manchado como si hubiera estado en el fuego.
El caso de mi hija Hilda, fue así. Un día pareció con un dolor en la axila, posiblemente se le enfrió el hombro y no podía levantar el brazo. Yo pensé que como mi Yantram estaba quemado, quizás ya no funcione. Aun así lo puse debajo de la axila de la niña y se calentó nuevamente y al poco rato le pregunto a mi hija ¿como te sientes? Ella comenzó a levantar la mano sin problema y a su mamá le dice: mira lo que me ha puesto mi papá y ahora ya no me duele.
Estos son los casos interesantes que me han pasado en estos últimos días.
También quiero contarles el caso de una señora que fue operada de la vesícula, además le han encontrado problemas a nivel del intestino (eclosamiento) y han tenido que cortarle parte del intestino. Después de la operación la señora quedó muy deprimida, ella vive en San Juan de Lurigancho. Un día me llama por teléfono y pidió ayuda y como su casa queda lejos, llegamos justo un poco antes de la hora del Agnihotra. Comenzamos a realizar los fuegos y la señora se sentó cerca del fuego, se relajó bien y nos contó - estoy ardiendo, tengo tanta energía y antes estaba toda fría y entumecida. Anteriormente ha venido recibiendo tratamiento psicológico pues no lograba superar la depresión. Después del día del fuego volvió a llamarme para decirme que se siente bien y hasta ha salido a hacer compras. Para nosotros todo esto es una experiencia sorprendente, de que en tan poco tiempo haya podido suceder todo esto."