LIDIA ATO con hijo
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"Mi experiencia con la Terapia Homa.
Hace dos años fue en principio a causa de varias cosas, ansiedad por los problemas, fumaba mucho y me sentía agobiada. En comienzo poco a poco ya no necesitaba fumar porque esa calma ya estaba en mí, me sentía animada, relajada y cuando veo a alguien fumar, hasta ahora me molesta, me da ganas de vomitar y me siento mal. Se puede decir que fumé por diez años dos cigarros diarios, y a veces fumaba más porque eso me calmada. Ahora he decidido cambiar el humo del cigarro por el humo de los fuegos de la Terapia Homa y mis hijos son testigos de eso. Cuando vine, tenía principios de artritis, me dolían los huesos y pensaba que más adelante no iba a poder moverme con facilidad, pero ahora me siento bastante flexible. También tengo un hijo de diez años que sufre de alergia desde que nació, y constantemente toma ceniza de la Terapia Homa. No puede comer caramelos y el mismo, cuando se siente mal, coge su ceniza y toma cuantas veces puede, porque antes de la Terapia Homa ha vivido durante mucho tiempo con medicamentos de todo tipo en los que no encontraba mejoría y ahora ya no toma." |