"Tengo 58 años. Yo tenía dolores en la
cadera; por que tengo en la cadera, rodilla y en los hombros artrosis desde
hace 2 años, y no podía cruzar las piernas y el doctor me lo había prohibido
también. No podía subir ni bajar escaleras e inclusive me recomendó que
pusiera unas baranditas en el pasadizo de mi casa para que me pudiera
agarrar y no caerme. Desde que he asistido a la Terapia Homa, me han calmado
los dolores y puedo cruzar las piernas..
Tenia una neuropatía en la pierna izquierda que no me dejaba dormir, trataba
de acostarme lo más tarde posible, me quedaba hasta la 1 ó 2 de la mañana
para dormir algo, aunque sean 3 horas, pero ni aún así podía, ¡y tomando
medicinas!. Desde que estoy aquí con los fuegos sanadores, he dejado de
tomar las medicinas y me siento bien; además tenía una rigidez en el
cuello que ahora no la tengo; tengo todavía un pequeño dolor, no se me ha
ido todo, pero pienso que conforme siga asistiendo a la Terapia, voy a ir
mejorando; no podía arrodillarme, no podía hacer muchas cosas y ahora si.
Yo soy diabética. Tengo esta enfermedad hace diez años. Vine a la Terapia
Homa por invitación del doctor Cotillo. El nivel de azúcar lo tenía muy alto
siempre. No bajaba de 270-300 y tomaba alrededor de 350 pastillas mensuales.
Cuando llegue acá a la Terapia Homa seguí el tratamiento y tomaba la ceniza
de Agnihotra. La última prueba anterior a la Terapia Homa tenía un nivel de
azúcar de 278 y la doctora me había avisado que en el siguiente mes si
yo no bajaba ese nivel iba a empezar con el tratamiento de insulina. Yo le
rogué que me diera otra oportunidad de que yo iba a seguir al pie de la
letra tomando las medicinas.
Pero yo hice una cosa que fue de locura, porque dejé de tomar las medicinas
y comí dulces, chocolates grandes y dije bueno cuando me toca el examen la
doctora me va a poner el tratamiento de insulina.
Me hice los exámenes. Fui con miedo a tomarme las pruebas y ¡Oh sorpresa!
salí con 120 de glucosa y había dejado de tomar las pastillas, tome
alrededor de 200 pastillas al mes menos.
Al siguiente mes volví a insistir con más chocolates, con más caramelos, con
tortas y yo conté a los promotores Homa lo que me había sucedido. No les
había dicho que yo había dejado de tomar las medicinas y había hecho ese
desarreglo.
Al siguiente mes me volvieron a hacer la prueba y baje a 110 el nivel. Ahí
ya me convencí que esta Terapia Homa es maravillosa y por eso los invito a
todos que asistan a los fuegos sanadores y tomen la ceniza de Agnihotra. Eso
no solamente los va a ayudar para cualquier síntoma de alguna enfermedad
sino también emocionalmente. Yo sufría de taquicardias continuas y eso se ha
desaparecido. Yo tenía una gastritis fuerte, no la tengo ahora. Yo no podía
dormir, me levantaba de tres a cuatro veces en la madrugada a caminar porque
tenía este problema con la pierna izquierda que no me dejaba dormir. Los
dolores eran muy fuertes en la madrugada. Pues ahora duermo bien, duermo a
mis horas. Me levanto con energía, con deseo de hacer mis cosas, lo que
antes yo no tenía.
Aparte de eso, yo vine principalmente por mi mami, que tiene demencia senil
e incontinencia; entonces no sabíamos que hacer por que nos cogió de repente
esa enfermedad y ahora está mejorando también; la he traído a las sesiones Homa
y le doy la ceniza de Agnihotra. Ya no amanece mojada y está más lúcida. Antes estaba bien
perdida, no tenía deseos de ver televisión, ni salir a la calle, ni que la
saquen a pasear. La primera vez la llevé al Centro del Adulto Mayor. Ese día
era cumpleaños de mi sobrino y ella ha estado hasta las 3 de la madrugada
despierta. Mi hermana y todos me dicen "mira la lucidez que tiene mi mami
ahora". Hace poco he hablado por teléfono con ella y me dice que ya no se
pasa, que amanece seca. Mi mami tiene 79 años.
Estoy contenta, quiero agradecer a Dios y a los doctores que nos han dado la
oportunidad de asistir y aprender gratuitamente esta Terapia Homa".
|