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JOSE EDUARDO BENITES QUIROGA |
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Voy a contarles una experiencia vivida hace pocos días en el bajo Piura, propiamente en Rinconada Llicuar. Allí tengo un hermano que fui a visitar y se llama Walter. Una tarde como a la una de la tarde, mientras conversaba animosamente con él en su casa, se le ocurrió salir y al regresar. Vino muy intrigado, traía entre sus manos un pajarito picaflor aparentemente inerte que había caído cerca de él y no sabía porque. Lo noté preocupado y me contó que tenía una crema milagrosa, que se llamaba Agnihotra y que deseaba probar en el pajarito para ver si se salvaba o moría. El animalito aparentemente estaba muerto. El comenzó a frotarlo con la crema de ceniza de Agnihotra mezclado con ghee en las alitas, el pecho, lomito. Al rato el pajarito abrió un ojo, parecía que iba volviendo en sí, y luego abrió el otro ojo y así comenzó respirar en una forma agitada, posteriormente movió la colita y nos alegramos porque el pajarito estaba reviviendo. Le siguió frotando las alitas porque quizás pensó que se le hubiera roto alguna, seguía frotándole, poniéndole la crema. Al mismo tiempo me estaba invitando " hay que ir esta tarde a la reunión de Agnihotra ". Yo muy contento le acepté y en ese momento le dijo que ya el pajarito había revivido. Vamos a ver como funciona, salió al lugar donde recogió al animal, abrió su mano y el animalito salió volando para donde vivía y yo vine para acá. |
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