1) En mi casa tengo un patio de quince
metros de fondo por 3 metros de largo y el suelo era tan
duro, algo parecido al caliche donde el pico o el azadón
rebotan porque es demasiado duro. Hemos tenido la
alegría y la suerte de que el
Maestro Shree Vasant
vino a nuestra casita, acompañado por la hermana
Irma García.
En este patio cultivo hortalizas
(choclo, porotos, acelgas, brócoli, tomate, maca, lechuga) y
los abono con ceniza de Agnihotra. Pongo esta
ceniza en una bolsita de algodón y riego con manguera y
coloco la ceniza al comienzo de la parcela, y esta se va
diluyendo a medida que va corriendo el agua por toda la
parcela. También los fumigo con el
agua preparada con ceniza de Agnihotra para evitar las
plagas y pestes. Incluso tengo unos cuadraditos
de 1.50 metros cuadrados cada uno, uno perejil y otro con
culantro. El tratamiento que
le doy a las hortalizas es el mismo que normalmente se les
da a ellas, solo que están abonadas con ceniza de Agnihotra,
se encuentran en una atmosfera Homa.
Es tanta la
producción que me da el terreno que les convido y reparto a
los vecinos. Ellos participan conmigo en el
Agnihotra y también llevan la ceniza y la
utilizan en su casa hasta que logran preparar su propia
ceniza sanadora.
En este huerto tengo varios árboles
entre ellos limón, lúcuma, dos chirimoyas, una higuera, un
olivo y en medio de todos ellos cultivo las hortalizas.
Las riego con agua y ceniza de Agnihotra que la dejo
almacenando un tiempecito. Le pongo un poquito de ceniza de
Agnihotra al árbol y no necesita ningún abono más.
Por ejemplo, el árbol de lúcuma
no tiene más de dos metros de alto, sin embargo,
las ramas de abajo, por ser lleno
de frutos, yo tengo que ponerles algo que las
sostenga, tiene tantas ramas, para que no se caen los
frutos.
El limón da unos limones del tamaño
de una pelota de tenis, de piel delgada y son puro jugo y
sin pepa.
La chirimoya contiene frutos de
casi un kilo y de tamaño de un balón de fútbol.
La higuera es increíble. Si usted
come uno de los higos, se queda lleno como si hubiera
almorzado, son de casi el tamaño de una palta y muy jugosos
y dulces.
Todas estas cosas son
beneficios de la ceniza de Agnihotra. Además de que abono los árboles los pulverizo con la ceniza
Agnihotra y continuamente estoy haciendo los fuegos de la
Terapia Homa.
2) Tengo un amigo que tiene una
plantación de limones y en una oportunidad me
dijo que estaba afectada con la plaga de pulgones. Le
indiqué que le echara el agua de ceniza de Agnihotra y todo
anduvo bien.
Después pasó mucho tiempo que dejé de verlo y otra vez me lo
encuentro y me dice: ‘Cuando la plantación de limón se llenó
de pulgones, el desinfectante (agua con ceniza de Agnihotra)
que me diste era muy poco y usé desinfectante químico y las
plantas se les cayeron todas las hojas. Ahora están casi
secas, ya tengo dos plantas secas’.
Le dije ‘No te preocupes, vamos a salvarlas, yo tengo
bastante agua con ceniza de Agnihotra porque justamente iba
a fumigar los árboles de mi casa’. Y en esa ocasión se le di
toda; al día siguiente volví con todo el equipo que tengo
(una bomba pequeña y una tijereta de podar), cortamos todas
las ramas secas y le comenzamos a fumigar con el agua de la
ceniza de Agnihotra, Después de seis o siete días en que los
árboles brotaron nuevamente, era como si los árboles nunca
hubieran estado enfermos, Tenían un brillo especial en sus
hojas y había muchas flores para el futuro fruto, gracias al
agua con a la ceniza de Agnihotra.
3) Otra experiencia directa y palpable que yo tuve y que no
cabe ninguna duda de que esta ceniza es realmente formidable
para la agricultura, es la siguiente:
Un amigo tenía un huerto de
cien metros cuadrados y allí tenía una plantación de
limones, además tenía un olivo atacado con una peste.
Aplicamos la ceniza de Agnihotra y se rejuveneció todo; le
pusimos también a las otras plantas para que no se vayan a
enfermar.
Ahora está claro que la ceniza ayuda a la sanación y
prevención de plagas y enfermedades. 4) Tengo
otra experiencia similar muy buena con unos caballeros
colegas nuestros que vendieron su vehículo y compraron un
terreno al interior de Vicuña. Eran unas 35 mil hectáreas y
a cada uno le correspondían 8 mil ha; era una plantación de
paltas (aguacates) que son muy delicadas que hasta con una
brisa fuerte se le quiebran las ramas y además está muy
propensa a contraer cualquier tipo de enfermedad.
Una tarde pasé a verlo y me mostró su huerto y noté una
franja amarilla. Le dije porque no practicaba el Agnihotra y
abonaba con ceniza de Tryambakam (él sabía y conocía está
terapia), pero me dijo que había hecho una inversión
demasiado grande y no se quería arriesgar.
Le propuse que me dejase 4 franjas de palto y él se quedara
con otras 40 ó 50. Le dije que apuesto a que yo voy a
cosechar más palta de acuerdo a la proporción de terreno que
me estarías dando. Quedó conforme y dijo hagámoslo. Para
darle más veracidad al caso le dije: usemos esa misma
cortina que tú tienes para parar el viento y así se evita
que se caiga la flor antes de tiempo y evitamos que se
caigan las plantas. La hicimos poner a las cuatro franjas
que yo trataría con el Agnihotra.
Llevé mi pirámide más dos
que tenía él. En una punta la hacía yo, en medio la esposa
mía y él en la otra punta, cada corrida tenía como 80
árboles. Hacíamos el Agnihotra por la mañana y la tarde,
durante el día hacíamos dos horas de Tryambakam de 12
mediodía a 2 pm y así estuvimos tratando los árboles con la
ceniza, fumigándolos y abonándolos.
Al poco tiempo pudimos notar
que las hojas del palto eran como las plantas que tenemos en
el interior de nuestra casa, brillosas y vigorosas. A
diferencia de las plantas que estaban más arriba y que eran
tratadas con elementos químicos, estas tenían hojas
amarillentas denotaban decaimiento. Entonces fue tanta la
diferencia que había entre uno y otro que él tomó la
decisión de tratar el predio entero solamente con la Terapia
Homa. De hecho, en casa no me hacen falta más las paltas, mi
amigo se encarga de traerlas.
Cosas como esta ocurren en
lugares pequeños y grandes al ser tratadas con pirámides
Homa en Puntos de resonancia; el resultado es verdaderamente
óptimo.
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